sábado, 19 de diciembre de 2015

EN BUSCA DE MI CANDIDATO

EN BUSCA DE MI CANDIDATO
No extiendo mi mano en busca de un candidato a menos que esté convencido que, relativamente, lo he encontrado.  Tal vez recupere la fe en alguno de ellos, entonces, junto los tres elementos o niveles (no por análisis teleológico) de esta: la notitia, el assensus y la fiducia. Comenzando con el tercero en busca de la confianza en alguien, que poco a poco se ha ido menguando; en cuanto al primer nivel la fe que justifica tiene que poseer contenido; en cuanto al segundo nivel significa un asentimiento intelectual. Sí Pregunto ¿Crees que Ollanta es el Presidente del Perú?, definitivamente, contestas que sí. Eso no significa que has puesto tu fe y confianza en Ollanta en el sentido de si tu mente acepta la proposición de que Ollanta Humala es el presidente del Perú. Se tiene que saber de las proposiciones por su creencia y concreción, además de las relaciones.
Haciendo algo de analogía terrenal, hemos sido contagiados con algo llamado fideísmo: “No necesito tener una razón por la cual creer. Solo cierro mis ojos como la pequeña Alicia y respiro profundamente, arrugo mi nariz y si lo intento con firmeza, puedo creer y lanzarme en los brazos de un candidato. Emprendo un salto de fe ciega”.
Quiero tener las razones suficientes para elegir a alguien, recurriendo a los elementos de la fe: la notitia (contenido o conocimiento), el assensus (asentimiento)  y la fiducia (confianza). Esto implica, estimado lector, que no puedes confiar en aquel candidato que no conoces; sino recurramos a la Biblia o el Corán, pues en ellas no solo dice que debemos creer en Dios o Alá, esto podría decirse en una página;  sino que nos provee una información abundante e increíble  para que podamos conocerlo y razonarlo de manera que estemos de acuerdo con él. Esta es la manera como debemos apelar a una fe razonada y razonable.   
En busca de mi candidato trato de entender la diferencia entre crear un discurso a favor del desarrollo y la honestidad y el simple pedido  de poder confiar en su discurso sin darme razón alguna.

Orlando Luján Corro
educador y poeta

aolucco_79@hotmail.com