jueves, 23 de junio de 2011

SEÑOR PRESIDENTE

SEÑOR PRESIDENTE
                Mientras que usted está de gira por los hermanos países de Sudamérica y el pueblo le brinda 70% de respaldo de acuerdo a encuesta nacional urbana de Ipsos Apoyo, la misma que responde al tino diplomático emprendido oportuna y pertinentemente en el albor de su gobierno. Mientras usted comparte con los demás países vecinos su visión de integración y exhorta a los gobiernos darse la mano para luchar contra la pobreza, la desigualdad, la exclusión y el narcotráfico. Mientras usted señor Presidente, Ollanata, va dando pasos firmes y acertados tratando de limpiar lo embarrado por la ultraderecha y sus aliados. Anfibológicamente en el PNP se urden copiosos trepadores de los cargos, unos meticulosamente trabajados con tiempo, otros advenedizos desde la segunda vuelta, hay también los que se creen dueños del partido: aquellos que  en la primera vuelta como en la segunda  vivieron de asambleísmos empachados con discursos, más bien convirtiendo el partido en una Asociación y hay también los que colaboraron para la campaña quienes se creen con más poder que todos.
                Señor Presidente, lamentable estos hechos, sé que debe ser un dolor de cabeza para el gobierno. Todavía no llega el 28 de julio y ya algunos tienen expedientes bajo el brazo, me pregunto señor ¿en que nos estamos diferenciando de los demás partidos? ojalá estos sean hechos aislados y sólo este ocurriendo en un departamento del norte del Perú.
                Señor presidente no se deje sorprender de sendos dirigentes quienes asienten que el voto a Gana Perú fue por ellos y su gran capacidad de convocatoria y liderazgo; trola bien gruesa, señor. Los peruanos, considerando los indígenas, quienes con justa razón dicen no sentirse peruanos, le brindaron el voto de confianza no por una propaganda bien diseñada o si había calendario en ella; sino porque el pueblo cansado de años de vejación, olvido y postergación optaron por un proyecto político revolucionario ‘inclusión social’. Señor presidente permítanos ayudarle,  no necesariamente para ello teniendo un cargo, desde nuestros lugares de origen, desde nuestro puesto de trabajo contra todo este flagelo de la corrupción que ha sido su bandera programática en toda su campaña y que nos persigue a los peruanos desde todos los tiempos. Tengo la fe y la rebosante confianza que nada es más grande que el ver a un Perú prospero, industrializado, con su educación y salud de primera. Señor presidente, por lo que significó usted en estas elecciones presidenciales del 2011, no permita que el sueño heredado desde siglos atrás se trunque, pues con su fracaso no sólo se hunde su imagen y prestigio, mucho menos la confianza hacia usted; se va al despeñadero el anhelo conservado por siglos de ver a un Perú  desarrollado, prospero y floreciente; se va a la sima las esperanzas y la oportunidad que quien sabe tendrán que pasar cuantas décadas más para poderla tener en las manos nuevamente.
                Señor presidente hay mayor tranquilidad en los empresarios peruanos, la verdad no sé porque deberían estar alterados; pero mientras sus giras el  Presidente García no soluciona los problema en Puno, en Huancavelica, entre otros, todo hace parecer que le hereda conflictos sociales, mientras tanto, señor, se entretiene en favorecer licitaciones “gallina que come huevos, aunque la quemen el pico”.

Orlando Luján Corro
Educador y Poeta
aoluco_79@hotmail.com 

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