viernes, 3 de julio de 2015

CONTRACCIONES TURBADORAS

Por la mañana al leer un diario algo me llamó la atención: “Pobladores del Milagro, de Florencia y del Porvenir se reúnen para…”, “Siempre al Porvenir le ha interesado proyectos competitivos...”. No está mal que se reúnan los pobladores, eso me parece magnifico y más aún si es para fortalecerse de manera mancomunada.  Lo malo está en la utilización de las contracciones gramaticales del y al.
La contracción o crasis es un recurso morfofonológico que consiste en fusionar dos o más palabras para formar una sola. Para efectuar una contracción se recurre a las figuras de dicción, principalmente de transformación y de omisión, siendo la más común la sinalefa.
Primero, la contracción DEL es la fusión de la preposición DE más el artículo EL. Ej. “Cerca de el cielo”; con la contracción quedaría “cerca del cielo”. Entonces, todo hace suponer que la utilización de la contracción “… del Milagro y del Porvenir…” son correctas, sin embargo, cuando el artículo “el” forma parte del nombre ya sea de un lugar, seudónimo, título u otro; este no sufre contracción alguna y se mantiene de manera originaria. Entonces ¿cómo debería haberse escrito? “pobladores de El Milagro y de El Porvenir”.
Segundo, algo similar sucede con la contracción AL, pues esta es el resultado de la preposición A más el artículo EL.  Ej. “Voy a el campo” con la contracción sería “voy al campo”. De la misma manera, al leer la  construcción “siempre al Porvenir…” parecería estar bien empleada, no obstante, al igual que en el primer planteamiento, cuando el artículo “el” forma parte del nombre, este no se contrae en ningún caso. Entonces ¿cómo debería haberse escrito? “siempre a El Porvenir…”.
Constantemente estamos utilizando contracciones en nuestra escritura, así como en nuestra habla cotidiana. Recuerdo haber escuchado en algún programa de televisión “rinden homenaje al Caballero de los Mares”; relacionando esto  con algo del derecho, el Código Civil en su art. 42, prescribe que el seudónimo, cuando adquiere la importancia del nombre, goza de la misma protección jurídica dispensada a este. Entonces, relacionándolo con el art. 29, en tal goce nadie puede cambiar el nombre ni hacerle adiciones, salvo autorización judicial. Pon tanto “rinden homenaje a El Caballero de los Mares”, sin contracción.
Como vemos, nos estamos involucrando en algo fuerte al intentar cambiar los nombres de los lugares y de los personajes, mediante la mala utilización de las contracciones.
Orlando Luján Corro
Educador y Poeta

aoluco_79@hotmail.com

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